CAMBIO CLIMÁTICO, UNA CONVERSACIÓN DISTORSIONADA
Un
estudio reciente de la revista Nature revela hasta qué punto el aumento de
dióxido de carbono (CO₂) ha reverdecido a la
Tierra durante las últimas tres décadas. Debido a que el CO₂
actúa como un fertilizante, alrededor de la mitad del total de las tierras con
vegetación está persistentemente más verde en la actualidad. Esto debería ser
un motivo de gran alegría. En cambio, la BBC se centró en advertir que no
debemos dejar de preocuparnos por el calentamiento global y por amenazas
tales como el derretimiento de glaciares y tormentas tropicales más graves.
Nuestra conversación climática está ladeada. Existe un amplio margen para sugerir que el cambio climático ha causado tal o cual problema, pero cualquier mención a aspectos positivos es desaprobada. Por ejemplo, hemos sabido durante décadas que el aumento de CO₂ y de precipitaciones haría que el mundo sea mucho más verde. Del mismo modo, sabemos que muchas más personas mueren de frío que de calor. El mayor estudio sobre las muertes causadas por el calor y el frío, publicado el año pasado en la revista The Lancet, evaluó más de 74 millones de muertes y los investigadores descubrieron que el calor causa casi 0,5% de todas las muertes, mientras que más de un 7% son causadas por el frío.
Nuestra conversación climática está ladeada. Existe un amplio margen para sugerir que el cambio climático ha causado tal o cual problema, pero cualquier mención a aspectos positivos es desaprobada. Por ejemplo, hemos sabido durante décadas que el aumento de CO₂ y de precipitaciones haría que el mundo sea mucho más verde. Del mismo modo, sabemos que muchas más personas mueren de frío que de calor. El mayor estudio sobre las muertes causadas por el calor y el frío, publicado el año pasado en la revista The Lancet, evaluó más de 74 millones de muertes y los investigadores descubrieron que el calor causa casi 0,5% de todas las muertes, mientras que más de un 7% son causadas por el frío.
A
medida que el mundo se desarrolla, se hace mucho menos vulnerable: un huracán
que golpea Florida mata a pocas personas, mientras que un evento similar en
Guatemala mata a decenas de miles. De hecho, las muertes relacionadas con el
clima han caído de medio millón por año en la década de 1920 a menos de 25.000
por año en la década de 2010. Un estudio reciente en Nature, que esperaba huracanes
más severos por el calentamiento global, encontró sin embargo que el daño
económico podría reducirse a la mitad, desde el 0,04 por ciento al 0,02 por
ciento del PIB, debido a que el aumento de la ferocidad sería más que
compensado por el aumento de la prosperidad.
Si nuestra conversación climática lograra
incluir lo bueno junto con lo malo, tendríamos
una comprensión mucho mayor de nuestras opciones. Con el tiempo, el cambio
climático se convierte en un problema neto: en la década de 2070, concluye el
Panel del Clima de la ONU, el calentamiento global causará un daño equivalente
hasta el 2% del PIB. Esto ciertamente no es un costo trivial, pero tampoco es
el fin del mundo. Es tal vez la mitad del
costo social del alcohol en la actualidad.
Esto sugiere que una política que pudiera
erradicar el calentamiento global por el 1% del PIB, probablemente
sería un buen negocio. Lamentablemente, no tenemos tal negocio sobre la mesa.
El tratado sobre el clima de París costará alrededor del 2% del PIB y solucionará
mucho menos de una décima parte del problema. Políticas
climáticas menos eficaces pero más ambiciosas como la energía eólica y solar,
los automóviles eléctricos y los biocombustibles, cuestan al menos 6% del PIB
por año.
Cuando
cambiamos la conversación climática para describir aspectos positivos junto con
los negativos, y nos enfocamos en los costos y beneficios de las políticas se
hace obvio cómo muchas de las políticas climáticas aceptadas actualmente son
deficientes. No es de extrañar que los
activistas del clima no quieran este tipo de conversación.
Articulo:
Voces LT Junio 20 2016
Columnista
Invitado: Bjorn Lomborg. Académico e Investigador.
Bjorn Lomborg: Académico y autor de exitosos libros. Además realiza investigaciones que
apuntan a mejorar el medioambiente y el mundo de la forma más inteligente y
eficiente. Por su labor, fue considerado una de las 100 personas más
influyentes del mundo por la revista Time, una de las 75 personas más
influyentes del siglo XXI por la revista Esquire y una de las 50 personas
capaces de salvar el planeta por el periódico TheGuardian, del Reino Unido. En
reiteradas ocasiones, fue ubicado entre los mejores 100 intelectuales del mundo
por la revista ForeignPolicy, la última vez en el listado para el año 2012.
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