Luz verde a la nueva política de gestión de residuos electrónicos en Colombia
Publicado en:
Septiembre 11 del 2013
Colombia produce cada año más de 100.000 toneladas de basura
electrónica. Una cifra que incluye computadores, celulares, televisores,
lavadoras, neveras, equipos de sonido y otros muchos electrodomésticos. El
reducido costo de reemplazar computadores y celulares y la velocidad con la que
la tecnología se vuelve obsoleta hace que los ciudadanos compren de manera
desmedida. La buena noticia es que el Gobierno colombiano ha aprobado una ley
exclusiva que pondrá solución al manejo y reciclaje de toda esta basura
electrónica en desuso.
La nueva política de gestión integral de residuos del Gobierno,
que se aplicará a todo el territorio nacional, establece los lineamientos y
procesos de devolución,
recolección, destrucción y reciclaje de estos residuos, donde los productores serán los principales
responsables de establecer directamente, o a través de terceros, un sistema de
recolección y gestión ambiental de los residuos de todos los productos
electrónicos puestos por ellos en el mercado. Esto supone que cada tienda o
empresa que venda artículos electrónicos debe proveer al consumidor de un canal
para entregar los aparatos en desuso, además de asegurarse de su correcto
reciclaje. El Gobierno Nacional y los usuarios también jugaran un papel
fundamental en el proyecto.
El peligro de la
basura electrónica:
Según el Instituto Federal Suizo sobre Materiales y
Tecnologías, cada año Colombia produce un promedio de 9.000 toneladas de
residuos de computadores, monitores y componentes. Se calcula que sin una gestión
efectiva para su aprovechamiento, Colombia habría producido entre 2010 y 2014
alrededor de 140.000 toneladas de residuos electrónicos de computadores. Por
otra parte, el Ministerio de Comunicaciones calcula que en Colombia hay más
de 35 millones de teléfonos celulares abandonados o en desuso.
La basura electrónica supone un verdadero peligro para el medio ambiente
y la salud humana. Los componentes y las baterías de un teléfono celular, por
ejemplo, contienen arsénico y cadmio, elementos que producen enfermedades
respiratorias y cutáneas o pueden ser cancerígenos. Al ser químicos,
representan además un alto riesgo para el medio ambiente. A este potencial
peligro de los residuos electrónicos se suman las neveras fabricadas antes de 1997,
electrodomésticos que usan CFC, un químico considerado como la sustancia
agotadora de la capa de ozono
Fotos:
Google
Video: YouTube.
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