Los Animales tambien se Automedican

Introducción


Desde hace algún tiempo me he preguntado de los animales, que buscan curarse ellos mismos cuando están en su medio natural; pues ahora los científicos se están dando cuenta que algunas especies de animales se automedican cuando se sienten que los parasitas los invaden en el interior de sus organismos, y buscan en las plantas o en minerales aliviar esas molestias que los enferman y deterioran su salud.



La idea de esta publicación, es mostrar lo que los científicos han descubierto respecto a la automedicación en las especies animales.

Muchas Especies de Animales se tratan sus propias Enfermedades

Gatos y Perros comen hierbas como eméticos (vomitivos) o purgantes, cuando están en estado salvaje; cuando son domésticos y no tienen como comer estas hierbas, es normal verlos tratar de comer ovillos de lana.

Muchas veces yo veía a mi perro lamer el piso de cemento de la terraza de mi casa, o cuando salía al parque verlo comer el pasto o las pequeñas flores que encontraba ahí mismo. Yo le preguntaba a mi mamá que mi perro de nombre tony, porque estaba comiendo pasto y flores que encontró en el parque, y mamá me respondió en esa ocasión que se estaba purgando; Ahora me doy cuenta que esto no es nuevo, ya que mi mamá siendo de origen campesino sabia que esto era normal en los animales domésticos que ella tenía en la finca de mi abuelo, me decía también que los vacunos cuando mi abuelo se daba cuenta que no estaban comiendo y bajando de peso, les daba de lamer una piedra y que después de eso los animales volvían a alimentarse normalmente. Le pregunte a mi madre de que mineral era esa piedra, me dijo entonces que era como mineral de cal, bueno eso no está claro para mí aun, sigamos viendo que dices los especialistas.

Primates

Un ejemplo de automedicación entre los chimpancés fue descubierto por Michael Huffman y Mohamedi Seifu, cuando trabajaban en el Parque Nacional de la montañas Mahale en Tanzania. Observaron que los chimpancés que tenían gusanos intestinales se comían la médula de la planta Veronia (Veronia en inglés, en español: ?????). Esta planta tiene terpenos, que son tóxicos. La dosis que se tomaban los chimpancés era suficiente para matar a los gusanos intestinales, pero no para matar al primate. Dicho sea de paso, lo mismo ocurriría a los humanos y realmente los nativos de la zona también comen la médula de Veronia con el mismo propósito.

En 1972 Richard Wrangham, investigador de la reserva de Gome en Tanzania, observó que los chimpancés comían Aspilia. Pero no cogían cualquier hoja. Los chimpancés las metían en la boca, las probaban, luego las sacaban las doblaban y se tragaban el paquete. Hacían bastante ascos, lo que parecía demostrar que la experiencia no les era placentera en absoluto. Luego en las heces fecales encontraban gusanos intestinales; es decir, comían las hojas para limpiarse de gusanos. Wrangham pensó, como lo haríamos nosotros, que lo que mataba a los gusanos era alguna droga: estaba equivocado. Desde 1990 se ha estado estudiando las clases de hojas que los chimpancés engullen y se ha visto que lo hacen con 19 especies diferentes. Diferentes pero con una característica común, todas las hojas tenían en su superficie garfios microscópicos que eran capaces de arrastrar a los gusanos intestinales.

La Dra. Engel, nos informa de que en las montañas de Ruanda los gorilas comen un tipo de arcilla muy similar al caolín que, dicho sea de paso, forma parte de algunas de las medicinas que se venden en nuestras farmacias para dolencias digestivas.

Guacamayos

En 1999 el Dr. James Gilardi y sus colegas de la Universidad de California en Davis observaron que los guacamayos comían semillas que contenían alcaloides. Les recuerdo que casi todos los alcaloides son tóxicos, por ejemplo la estricnina. A pesar de ser tóxicos los guacamayos las comían sin que les ocurriera nada porque también comían arcilla. El Dr. Gilardi alimentó a un grupo de guacamayos con una mezcla de semillas con alcaloides y arcilla. A otro grupos sólo le daba las semillas, sin la arcilla. Varias horas después, los guacamayos que habían comido arcilla tenían en su sangre 60% menos de alcaloides que el grupo que no la había comido.

Mariposas Monarcas

Investigadores de la Universidad de Michigan concluyeron que las mariposas monarcas recurren a plantas medicinales para tratar las enfermedades de sus crías, lo cual muestra el grado de evolución de esa especie.

Un estudio realizado por biólogos de las universidades de Michigan y Emory, publicado en la revista Ecology Letters, confirmó que esos insectos recurren a la automedicación, lo que aporta una clave sobre el potencial de algunos compuestos para beneficio de la salud humana.

Algunas especies de plantas que son comida para las larvas pueden reducir la infección por parásitos en esas mariposas, señala la investigación.

También encontramos que las hembras infectadas prefieren poner sus huevos sobre plantas que harán que sus crías estén menos enfermas, lo cual sugiere que las monarcas han evolucionado para tener la capacidad de medicar a sus crías, dijo Jaap de Roode, coordinador del estudio.

De acuerdo con los resultados de la investigación, el comportamiento es transgeneracional, de tal forma que si bien es la madre la que lo expresa, es sólo la cría la que se beneficia.

Son pocos los estudios que se han hecho sobre los animales que se automedican, pero algunos científicos han planteado que la práctica puede ser más común y extensa de lo que se pensaba, añadió.

Mark Hunter, ecólogo químico de la Universidad de MIchigan, estimó a su vez que se han estudiado los tipos de hojas que los primates comen en la jungla, pero este trabajo con las mariposas destaca que aun los insectos de nuestro jardín pueden proporcionar indicaciones útiles de las especies que podrían tener un uso medicinal.

Los experimentos determinaron que una hembra de monarca infectada por parásitos prefiere depositar sus huevos sobre una especie tóxica de la planta asclepia, mientras los ejemplares no infectados no mostraron preferencia.

Freno a su vuelo

Una hembra infectada transmite los parásitos a sus crías cuando pone los huevos. Si la mariposa llega a la etapa adulta con infección, su cuerpo comienza a rezumar fluidos y muere. Si llegara a sobrevivir, no volará bien o no lo hará durante un periodo tan largo como el de las sanas.

Las orugas monarcas se alimentan de decenas de especies de asclepias, incluidas algunas que contienen elevados niveles de cardenólidos (sustancia venenosa para los vertebrados, también llamados glucósidos cardiacos).

Estos compuestos químicos no dañan a las orugas, pero las tornan tóxicas para los predadores aun después de que emergen como adultas de sus crisálidas.

Las mariposas monarcas son conocidas por su espectacular migración anual de Estados Unidos a México, y por sus brillantes colores naranja, negro y blanco en sus alas.

La Fundación Nacional de Ciencia recientemente donó 650 mil dólares para la investigación sobre esta especie.

Alrededor de 500 mil dólares se usarán para comprobar si los resultados en el laboratorio pueden reproducirse en el ambiente natural en diferentes poblaciones de monarca, y el resto para identificar los compuestos químicos que originan propiedades medicinales en las asclepias.

Tomado de: Ciencia 15.blogalia.com/historias/1256; perspetivaciudadana.com

Introducción por: Héctor Iván Ochoa Roldán.





 
 
 
 
 
 
 
 
 

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